martes, 4 de agosto de 2009

LA CODEPENDENCIA

LA CODEPENDENCIA EMOCIONAL

La codependencia es un comportamiento emocional que se desarrolla cuando alguien permite que el comportamiento de otra persona lo afecte adversamente, al grado de obsesionarse con cambiar o controlar a esa persona. Es enredarse en los problemas de los otros, hasta descuidamos de nosotros mismos.
En esta situación se permiten abusos, maltratos y dolor pero siempre hay una tendencia a pensar que no es suficiente lo que hacemos por los demás, como si esa fuera una misión que se nos encomendó.
La codependencia puede ser definida como una enfermedad, donde la característica principal es la falta de identidad propia. El codependiente pierde la conexión con lo que siente, necesita y desea. Si es dulce y agradable aunque no lo sienta, es porque busca aceptación. Cree que su valor como persona depende de la opinión de los demás. Da más importancia a los demás que a si mismo.
Se crea un falso YO, pues en realidad no está consciente de quién es y esta tan desconectado de sus propios sentimientos, que asume la responsabilidad por las acciones de los demás. Se avergüenza por lo que hacen otras personas y toma las cosas de una manera personal. Invierte una enorme cantidad de energía en mantener una imagen o un status para impresionar porque su autoestima es muy baja, ya que depende del valor que los demás le otorgan.
El codependiente se vuelve controlador, manipulador a veces, resuelve los problemas de los demás, va a su rescate constantemente pero a un gran costo: se llena de odio, resentimiento y culpa al dar más allá de sus propias fuerzas. Es tal la preocupación por los otros que incluso a veces llega a enfermarse impidiéndose una vida con paz y felicidad.
El termino codependencia se comenzó a utilizar asociados a los familiares de alcohólicos, definiendo al codependiente como el compañero (hijos, conyugue, amante), de un dependiente.
Se detecto que estos codependientes habían desarrollado ciertos patrones de conducta en relación al abuso de alcohol que hacia otra persona. Luego de varias investigaciones se concluyo que presentaban una condición física, mental, emocional y espiritual muy parecida a la de los adictos. Además se comprobó que cuando lograban salir de la relación con el alcohólico, se volvían a relacionar repitiendo esos mismos patrones de conducta.
La constante en todos los casos fue la imposibilidad de expresar los verdaderos sentimientos, incapacidad de hablar o de discutir los problemas, de comunicarse en forma directa y poca confianza en sí mismo y en los demás.

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